miércoles, 9 de diciembre de 2015

La urgencia de la educación ambiental.

Durante milenios, el ser humano (especialmente en occidente) creyó que era el centro del universo y que todo lo que existía a su alrededor estaba ahí para satisfacer alguna necesidad suya, ya fuera de sustento o para avisarle de eventos o calamidades futuras y que tomara las previsiones necesarias -como se pensó (y algunos todavía creen) que la astrología, las runas, las vísceras de animales o una baraja podían hacerlo-.

Sin embargo, con el desarrollo del método científico, poco a poco nos hemos estado dando cuenta como funciona el planeta, el sistema y el universo del cual es parte y con él, apenas estamos entendiendo nuestro lugar en este minúsculo rincón del espacio.

M. en C. María del Carmen García Rivas,
Directora de la Reserva del tiburón ballena
durante el 3° Festival de los Océanos.
La ciencia ha demostrado su validez: nos ha llevado al espacio, nos cura enfermedades antes mortales, nos comunica instantáneamente y también nos ha dado la posibilidad de destruir la vida en este mundo (nosotros incluidos por supuesto). Sin embargo, no es culpa de la ciencia, ya que la misma es sólo una herramienta que se usa para entender como funciona la naturaleza, y de la misma manera que un destornillador puede servir para construir una gran máquina o para herir a alguien, la ciencia depende del uso que le demos.

Bueno, esa ciencia, en la que podemos confiar, también ha dado la alarma: estamos alterando este mundo de una manera que no había ocurrido desde las 5 grandes extinciones anteriores, extinciones que habían sucedido debido a fenómenos naturales. Sin embargo, actualmente tenemos el triste mérito de ser la primer criatura en la historia del planeta que ha comenzado una sexta por sus propios medios. Como referencia, puedes leer la nota en el diario español El País: La 6° gran extinción está en marcha.
Dr. Dorian Houser, Director de la National Marine Mammal Foundation,
durante el 3° Festival de los Océanos.
Durante el pasado 3° Festival de los Océanos, organizado por Delphinus, personas e instituciones de la talla de la National Marine Mammal Foundation (www.nmmf.org), Ocean Conservancy (www.oceanconservancy.org) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (conanp.gob.mx) nos han explicado el alto impacto que la presencia humana tiene en el medio ambiente, los graves daños que ya hemos provocado y la importancia de cambiar inmediatamente nuestra actitud hacia nuestro entorno, de lo contrario, no podremos detener el proceso de extinción que hemos iniciado, proceso que incluye a nuestra especie.
Alejandra López de Román. Representante
en México de Ocean Conservancy.

Actualmente estamos en una época donde enfrentamos retos que ninguna generación anterior había tenido. Debido a nuestra crónica adicción a la comodidad, a nuestra creencia de que somos amos del planeta, de que podemos llenarlo de humanos ilimitadamente y por consecuencia, podemos disponer de los recursos naturales a nuestro antojo. Por esta actitud, nos hemos puesto en una posición de peligro, junto con las demás especies con las que compartimos este pequeño mundo y de las cuales nos creíamos dueños.

Invitación en el Acuario de Cancún.
¿Porque la educación ambiental?
Parte de este urgente proceso de cambio es la educación de las personas. Es imposible poner un policía a cada quien para que cuidemos el medio ambiente, tengamos prácticas ecológicas o no maltratemos a los demás seres vivos, así como el hecho de que ningún gobierno, institución u organización podrá contra el deterioro que provocamos entre todos, así que cada uno de nosotros como individuos debemos de tomar consciencia y hacer nuestra parte.

Nuestra actitud cambia al entender mejor como funcionan los mecanismos naturales, nuestra capacidad de ser empáticos con otros seres vivos se activa al conocerlos de cerca, tratarlos, conviviendo y dándonos cuenta que también tienen un espectro de sentimientos tan amplio como el nuestro.

Si tienes en casa un animalito que ames, sabes que son capaces de recibir y transmitir emociones como lo hacemos nosotros. La convivencia con ellos, nos permite aprender su lenguaje, aprendemos a distinguir los diferentes sonidos que emiten, sus expresiones corporales. Sin palabras, sabemos cuando están enojados, tristes, asustados, felices o juguetones, si le tienen confianza a alguien, cuando desean ser acariciados o que los dejes solos. Este conocimiento y los lazos emocionales que creamos con ellos son los que nos hacen incapaces de hacerles daño.

Este mismo proceso aplica para todos los demás seres vivos, al conocerlos mejor nos volvemos más sensibles hacia ellos y se crea en nosotros el deseo de respetarlos, incluyendo a su medio ambiente del cual dependen para vivir.

Delfines bajo cuidado humano, ¿sí o no?
Se ha debatido acerca de estos lugares donde se puede convivir con delfines y otros mamíferos marinos. El estigma que crearon circos y zoológicos de baja moral, que por años no tuvieron ninguna consideración hacia los animales que estaban bajo su cuidado y sólo los consideraban objetos de negocio y espectáculo, ha llevado a algunos a pensar que cualquier instalación con animales es igual a estos.

Sin embargo, aquellas empresas que lucraron por años con la explotación de los animales, lo hacían con toda libertad y complicidad de sus audiencias, porque no existía ningún interés del público en el bienestar de los animales. Un ejemplo actual es la "fiesta" taurina, donde se tortura y asesina al toro para "deleite" y con la complicidad de los asistentes.

Afortunadamente tras años de diseminar la idea del respeto hacia los demás seres vivos, ha permeado en la sociedad, así hemos visto como disminuye constantemente la asistencia a eventos taurinos, se prohíben espectáculos con animales y personajes públicos que eran intocables y que no daban explicaciones a nadie, son "linchados" socialmente ante actos que ahora vemos como abominables y que hasta hace poco tiempo hubieran sido aplaudidos (ve la nota del diario El Mundo de España: El rey pide perdón por cazar elefante).

En este nuevo ambiente, muchas empresas se han dado cuenta de las ventajas de adoptar esta nueva cultura, cada vez existen más certificaciones donde se verifica que tengan verdaderas prácticas ecológicas, que cumplan con estándares de bienestar social y aquellas que tengan animales bajo su cuidado, los tengan en las condiciones óptimas para su sano desarrollo físico y mental. Puedes leer nuestro artículo: Delphinus certificado por la Semarnat y ver el siguiente video:
La importancia de que existan instalaciones ecológicas donde podamos interactuar con mamíferos marinos estriba en que estos viven de manera natural en un ambiente en el que nos sería imposible estar cerca de ellos, ya que ellos son seres acuáticos y nosotros terrestres. Para poder llevar a cabo la concientización que tanto necesitamos los humanos para aprender de ellos, amarlos y respetarlos, es necesario que sea en un ambiente al que nosotros tengamos acceso y ellos tengan las condiciones ideales para estar bien.

Los niños, los mejores embajadores.
Quintana Roo depende en gran medida del turismo. La belleza natural del estado lo ha convertido en un poderoso imán para personas de todo el mundo, quienes están dispuestos a pagar miles de dólares para venir a conocer uno de los lugares más hermosos de la tierra. Por supuesto, esto nos ha dado trabajo directo o indirecto a todos los que vivimos aquí, pero también nos hace responsables por cuidar y preservar esa belleza de la que dependemos.


Los niños aprenden, interactúan y se sensibilizan fácilmente
acerca del cuidado de los demás seres vivos.
Recientemente 4 organismos que tienen gran importancia en la educación ambiental: Delphinus, Grupo Xcaret, Flora, Fauna y Cultura de México A.C. y la Secretaría de Educación de Quintana Roo unieron fuerzas para que miles de niños de escuelas públicas y privadas del estado visiten, conozcan e interactuen sin costo, con los delfines que están bajo cuidado de Delphinus.

Aunque Delphinus ya llevaba a cabo este programa educativo, la alianza con Xcaret, quintuplicará su capacidad para llevar este esfuerzo a más escuelas.

No es secreto que los niños son los más susceptibles y aptos para recibir nuevos conocimientos y es de vital importancia que esos conocimientos sean positivos y dirigidos a tener hombres y mujeres con consciencia ecológica como algo natural en ellos. Nosotros como adultos debemos de predicar con el ejemplo para reafirmar estos conocimientos que como ya vimos, son de vital importancia para disminuir el impacto que tenemos sobre el medio ambiente. Después de todo, somos los niños de los 70's, 80's y 90's que recibimos el mensaje en su momento y que ahora como adultos condenamos el maltrato hacia cualquier ser vivo o acción que dañe el ecosistema.
De izquierda a derecha: Guadalupe Quintana, Directora de Flora, Fauna y Cultura de México A.C., Rodrigo Constandse, Director General de Delphinus, José Alonso Ovando, Secretario de Educación de Quintana Roo, Carlos Constandse, Vicepresidente de Experiencias Xcaret, Nani Nakamura, Gerente de Operaciones Parque Xcaret, Pedro Pinhal, Director de Operaciones y Gestiones de Delphinus.
Felicidades a estas instituciones y empresas por hacer su aportación para enfrentar el grave problema que existe y reiteramos la importancia de que todos nos unamos a este esfuerzo con nuestras acciones del día a día.

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