viernes, 22 de enero de 2016

La destrucción de Tajamar ¿qué simboliza?

Se está completando una nueva etapa de un proyecto que ha escandalizado a la sociedad de Cancún y Riviera Maya: el desmonte del manglar restante en Malecón Tajamar. El mismo está ubicado en una exclusiva zona de alto nivel residencial frente a la laguna Nichupté, donde se planean construir departamentos de lujo, área comercial y un recinto de filiación católica.
Ubicación del Malecón Tajamar. Mapa: Google Maps.

Hace algunos años, se inició la construcción en esta área donde fue necesario desmontar hectáreas de manglares para dar paso a las anchas y modernas avenidas que existen actualmente. La mayoría de los que vivimos en Cancún hemos disfrutado el dar un paseo o contemplar el paisaje a resguardo de la seguridad que nos da la urbanización de las áreas naturales.

En el video anterior, que data del 28 de octubre de 2013, publicado en el canal del gobierno del estado, se muestra cuando el proyecto recibió la visita del gobernador Roberto Borge Angulo, acompañado del presidente municipal de Benito Juárez, Paul Carrillo y la entonces Secretaria de Turismo Claudia Ruiz Massieu quienes dieron a conocer los siguientes datos acerca del proyecto:
  • En este proyecto emblemático de Fonatur para Cancún se invierten 518.6 millones de pesos y se espera una afluencia de 4.4 millones de visitantes anuales al lugar.
  • El jefe del Ejecutivo destaca el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto con Quintana Roo, al fortalecer el sector turístico e impulsar el crecimiento económico de la entidad.
  • El director general de Fonatur resalta que el Malecón consolida la entrada del bulevar Kukulcán y la zona turística más importante de Quintana Roo y del país.

En este video podemos ver una animación por computadora como se vería el proyecto terminado en Tajamar.

Desde entonces por diferentes razones, se había quedado estancado, hasta que el 1° de agosto de 2015 se pretendió continuar con el mismo, por lo que personal y maquinaria procedió a intentar desmontar amplias zonas de manglar ubicado dentro de las áreas delimitadas por las avenidas ya construidas, sin embargo, la sociedad civil se organizó para protestar en este lugar, presentando pancartas, solicitando firmas y donde los manifestantes declararon que se estaba haciendo el desmonte sin ningún respeto por la naturaleza al existir cocodrilos que fueron enterrados vivos por la maquinaria que estaba trabajando ahí. Debido a estas razones, la obra fue suspendida hasta nuevo aviso.
Manifestación del 2 de agosto de 2015.
La continuación del proyecto.
Sin embargo, se acaba de prodecer a terminar el desmonte programado, esta vez resguardado por fuerzas de seguridad pública quienes impidieron el paso de los manifestantes que nuevamente pretendían detener las obras.

Desde el principio, el proyecto ha estado en el centro de la polémica, por una parte, gobierno y empresarios involucrados en el proyecto, afirman tener los permisos, estudios de impacto ambiental y autorización para completar la construcción que tienen planeada sin afectar la ecología. Por otro lado, los inconformes contestan que no se está respetando a la naturaleza, que el proyecto sólo va a afectar y hacer más vulnerable a la ciudad que está ubicada en el "callejón de los huracanes" y de acuerdo al cambio climático y los eventos de los últimos años, es muy probable que un fenómeno con una fuerza mayor que el huracán Wilma, embista la zona.

¿Quién es responsable?
Los expertos nos lo han explicado: los manglares protegen al área continental de los embates de los huracanes y la marea, filtran el agua, mantienen la biodiversidad al ser refugio de cientos de especies de plantas y animales, son absolutamente hermosos, etc, etc.
El hermoso manglar en Puerto Morelos.
Tal vez haya quien piense mirando el mapa "pero si no es tanto terreno en comparación con el resto del territorio" o quizá: "este desarrollo traerá nuevas inversiones que nos convienen a todos" Sin embargo, metro a metro, ya hemos devastado amplias zonas naturales. Debemos recordar lo que era Cancún y la Riviera Maya, antes de convertirse en el mega desarrollo turístico del que ahora todos dependemos.
Zona hotelera de Cancún en los 70's (foto: aclarando.wordpress.com).
Para aquellos de nosotros que ya somos adultos, sin importar nuestro lugar de origen, tenemos recuerdos de hermosos lugares que conocimos de niños y que ahora sólo son eso: recuerdos.

No justificamos el hecho de que se haya desmontado Malecón Tajamar de manera sospechosa: al amparo de la noche y con el resguardo de las fuerzas policiacas, hecho que involucra directamente al gobierno, porque nadie más tiene la autoridad para enviar a la policía a determinado lugar. Pero todos como sociedad debemos de aprender de este hecho y crear conciencia de que se ha desmontado mucha naturaleza para satisfacer nuestras necesidades.

Nuestra adicción a la comodidad.
Los humanos somos la especie más cara del planeta, cada uno de nosotros ocupa grandes cantidades de agua, comida, espacio y energía para vivir de manera "cómoda". Hemos comprado la idea de que "tener es ser" y se ha arraigado en nuestras mentes que, a mayores objetos, mejor posición tenemos en la sociedad.
Muchos pensamos que el dueño de un vehículo grande es más importante que los demás, incluyendo a estos ciclistas que no pueden usar su carril designado. (Foto: Wikimedia Commons)
Para muestra un botón: los vehículos en que nos transportamos -de acuerdo a esta idea- deben de ser grandes y ostentosos, aunque la cantidad de recursos que se requieren para producirlos, venderlos, usarlos y luego reciclarlos (si es que se hace) sea descomunal. Aún así, existen y se siguen produciendo millones en todo el mundo gracias a la demanda del público.

Podemos hacer un ejercicio muy fácil para ver que tan arraigada está la idea en nuestras mentes: imagina que te ganas un premio y que tienes la opción de escoger entre una bicicleta, una motocicleta o una camioneta nueva ¿qué elegirías? Esto tiene mucho que ver con nuestro instinto heredado de nuestros antepasados simiescos: la idea de ascender en la pirámide social, y la camioneta está más relacionada con un "estatus" alto, además de que por la misma razón, en nuestro país y muchos otros, la infraestructura urbana está diseñada para facilitarle las cosas a los automóviles, no a las bicicletas.

Artículo relacionado: ¿Una ciclopista para Cancún?

Nada es gratis.
Aunque parezca que dichos artículos (casas, autos, electrodomésticos, etc.) ya están pagados y nos han hecho la vida más fácil, todavía falta la factura de la naturaleza. Actualmente estamos viendo los efectos del cambio climático, el verano e invierno de 2015 han roto récord de temperatura (y no es una alarma hecha por "hippies" fumando hierba) esta vez todos lo hemos sentido en carne propia y ha sido informado por instituciones y medios serios:
Animación hecha por la NASA donde se ven los registros de temperatura mundial desde 1880 hasta 2015.

National Geographic (8 ENE 2015): La pérdida de la biodiversidad marina se acelera.

El País (19 JUN 2015): La sexta gran extinción está en marcha.

National Geographic (1 SEP 2015): La NASA alerta por nivel del mar.

¿Qué hacer?
Lo primero y más urgente es cambiar nuestra mentalidad:
  • Acabar con la idea de que el mundo nos pertenece y que podemos disponer de él a nuestro antojo, que somos "los elegidos", invulnerables y poderosos. Un buen ejemplo de esto es la cultura maya que, de acuerdo a las más recientes teorías, sucumbió por un colapso climático al utilizar grandes porciones de selva para crear los templos donde adoraban a sus dioses. (Puedes leer: Colapso maya por sequía, artículo publicado por la Universidad de Yucatán).
  • Desechar ideas falsas creadas por creencias (de orgullo como en el punto anterior o religiosas) y abrazar el conocimiento analítico, escéptico, razonado e informado.
  • Leer e informarnos más en la ciencia que observa los hechos reales y nos advierte de las consecuencias de nuestros actos.
  • Abandonar la tentación de caer en "el menor esfuerzo", utilizando más la energía de nuestro cuerpo para la vida diaria: bicicletas, disminuir el uso del aire acondicionado, no usar artículos que involucren desechables como pañales, platos, botellas, etc.
  • Cambiar nuestros hábitos de consumo: de preferencia consumir productos producidos en casa o en nuestra localidad y que hayan requerido el menor uso de recursos para producirlos y transportarlos.
  • Recuerda: Recicla, Reduce, Reutiliza.
  • No creer que nuestra posición social es importante. En una crisis ambiental severa, la naturaleza barrerá parejo, no preguntará de cuentas de banco, títulos nobiliarios o que tan ecologistas fuimos. Sólo llega a hacer lo que necesita para equilibrarse.
  • Y sobre todo: disminuir el ritmo de producción de humanos. No es necesario caer en el extremo de la eugenesia, pero si tener la conciencia de que cada niño que nace le cuesta al ambiente y llega a un mundo cada vez más incierto.
Pueden parecer medidas extremas, pero esa palabra se ha hecho común últimamente (clima extremo, temperaturas extremas, fenómenos climáticos extremos, etc.) porque como dice el dicho: "a grandes males, grandes remedios". Pero nosotros mismos nos hemos puesto en la posición de ya no tener opción, el cambio climático ya inició y es importante tener en mente que no estamos salvando al planeta. El planeta es muy fuerte, ya ha enfrentado grandes extinciones masivas y no necesita de nosotros para regenerarse, sino que lo que estamos salvando es nuestra propia existencia.
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